jueves, 24 de julio de 2008

El contexto de las relaciones interpersonales

Foto editada por [.#43]Flavio Raphael

"La valoración de los iguales es quizá el aspecto más estudiado en el contexto de la interacción con iguales, y se plasma en el resultado de los tests sociométricos. La aplicación de un test sociométrico, en cualquier aula escolar, pidiendo nombres de amigos o calificaciónes de cada niño de la clase según un criterio de amistad, compañerismo, etc, permite constatar que existen niños elegidos o preferidos por muchos de sus compañeros, que existen otros que pasan inadvertidos o son enseñados por unos pocos, y que existe un tercer grupo, el de los que son señalados por unos pocos, y que existe un tercer grupo, el de los que son señalados negativamente por la mayoría. En este tercer grupo, se incluyen diversos tipos de niños: aislados, impulsivos e inestables, pero que tienen en común que emiten conductas agresivas injustificadas (en situaciones en que otros niños no las muestran), o conductas molestas como estropear los juegos de los demás. Otros niños rechazados también por sus iguales pueden ser solitarios o tener escasas relaciones.

Esta percepción de los iguales -que se vuelca en una etiqueta: aceptado, popular, rechazado, ignorado- tiene importantes consecuencias en la vida de los niños y de los adolescentes. Los iguales (compañeros y amigos de clase) reaccionan más al status percibido en el otro que a la propia conducta en sí. Por ejemplo, una broma hecha por un niño aceptado o popular puede ser mejor recibida que si la hace un niño rechazado, incluso en la misma situación o momento.

Este trato diferencial es percibido e interpretado por el niño que lo experimenta y, dependiendo de sus atribuciones causales, redundará en aumentar o disminuir su autoeficacia social. El éxito, percibido a partir de la reacción de los demás, generará interés por la interacción social, expectativas de éxito y seguridad en sí mismo, y permitirá fortalecer el conocimiento y la práctica de estrategias que llevan al éxito.

Otro aspecto estudiado en relación con el contexto de la interacción social ha sido el llamado clima social del aula. Se suele definir como la calidad de las interacciones entre estudiantes-profesores y entre estudiantes-estudiantes (Emmons, Comer y Haynes, 1996), o también como la percepción por parte de alumnos y profesores de bienestar personal y de sentimientos positivos de sentirse aceptado y ser valioso para los demás en la convivencia diaria (Trianes, 2000).

Un clima social positivo presenta efectos positivos sobre el ajuste psicológico, sobre todo en estudiantes que pueden presentar dificultades académicas (Haynes, Emmons y Ben-Avie, 1997). También se asocia ambientes mejores de aprendizaje, ya que al existir buenas relaciones interpersonales se puede trabajar en grupos, cooperando y progresando, mientras que si existen tensiones, motes y exclusiones de alumnos, el aprendizaje académico se resiente. Otras investigaciones sobre efectos de la mejora del clima social encuentran también que en un buen clima disminuyen las conductas inadaptadas y los conflictos resueltos agresivamente, asociándose también con incrementos en la capacidad de afrontamiento, autoconcepto y autoestima, empatía y sociabilidad (Aciego, Dominguez y Hernández, 2003)."

TRIANES TORRES, M.V.; MUÑOZ SÁNCHEZ, A.M. y JIMÉNEZ HERNÁNDEZ, M. (2007) LAS RELACIONES SOCIALES EN LA INFANCIA Y EN LA ADOLESCENCIA Y SUS PROBLEMAS. Madrid: Pirámide Psicología. Ojos Solares. (Págs. 59 y 60).

miércoles, 16 de julio de 2008

El maltrato entre iguales en las aulas: el fenómeno del bullying

Foto editada por Marcusrg

"Definimos el bullying como una forma específica de maltrato entre escolares. Tiene un carácter intencionado y perjudicial que ejerce un estudiante, o grupo de estudiantes, hacia otro compañero, generalmente más débil, al que convierten en su víctima habitual. Suele ser persistente, puede durar semanas, meses e incluso años. Los motivos que llevan a algunos chicos a actuar como agresores están relacionados con el abuso de poder, el deseo de intimidar y dominar (Olweus, 1996), y algunas encuestas recientes apuntan "la diversión" como excusa para el bullying.

Entre las razones por las que los sujetos victimizados soportan estas situaciones se encuentran su falta de apoyos en el grupo, la timidez y el miedo por las represalias, así como la escasez de estrategias de resolución de conflictos.

El bullying puede adoptar diversas formas:
- Físico: atacar físicamente a los demás y robar o dañar sus pertenencias.
- Verbal: poner motes, insultar, hacer comentarios racistas, etc.
- Indirecto o social: propagar rumores sucios; excluir a alguien del grupo social.

Como hemos dicho, se trata de una conducta agresiva persistente, de manera que, cuando un alumno o gurpo de alumnos ha establecido una relación de intimidación con otro alumno o grupo de alumnos se genera una trama que refuerza su capacidad de generar miedo.

Las consecuencias afectan a todos los implicados, pero especialmente al agredido. Los alumnos que son intimidados por los bullies sufren sus efectos en diferentes esferas de su vida no sólo escolar, sino afectiva y personal, se sienten infelices, inseguros e incluso llegan a somatizar el alto nivel de ansiedad en el que viven. Los efectos a medio y largo plazo se presentan en un continuo que va desde la pérdida de la capacidad de establecer relaciones de amistad estables, de la confianza en los demás y en uno mismo. En ocasiones le lleva a desear "desaparecer" o bien acrecienta un deseo de "venganza" como fórmula de escape ante la violencia sufrida. Las consecuencias para el agresor están en relación directa con su proceso de desadaptación escolar que se ve reforzado por la aprobación de un grupo de incondicionales, extendiendo su conducta antisocial a otras esferas de relación: familia y profesores. Además aglutina a otros sujetos que se encuentran en condiciones semejantes de desadaptación escolar, propiciando la actuación predelicitiva y la adicción a las drogas."

FUENSANTA CEREZO RAMÍREZ (2006) "Violencia y victimización entre escolares. El bullying." En MÉNDEZ CARRILLO, F.X.; ESPADA SÁNCHEZ, J.P. y ORGILÉS AMORÓS, M. (2006) INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA Y EDUCATIVA CON NIÑOS Y ADOLESCENTES. ESTUDIO DE CASOS ESCOLARES. Madrid: Psicología Pirámide. (Págs. 173 - 174).

miércoles, 9 de julio de 2008

martes, 8 de julio de 2008