viernes, 27 de junio de 2008

Violencia y Victimización entre escolares. El bullying.

Foto editada por Marcusrg

"Los episodios de maltrato entre escolares suceden casi diariamente en más del 50 por 100 de los centros. Insultos, amenazas e incluso agresiones físicas se han incorporado en el repertorio de comportamiento generalizado en los adolescentes. Es indudable que estas situaciones provocan un gran desconcierto entre los profesionales de la educación, pero quien inevitablemente lleva la peor parte es el alumno o la alumna que están siendo victimizados. Con frecuencia, sus defectos a medio o largo plazo se asocian a un amplio repertorio de problemas de conducta que abarcan desde los intentos de suicidio al maltrato con lesiones físicas graves.

El fenómeno del maltrato entre escolares -conocido internacionalmente como fenómeno bullying- (Olweus, 1996) no es ciertamente un problema nuevo, pero parece que es hora cuando la sociedad está empezando a tomar conciencia de su gravedad. Aunque las investigaciones ya proporcionan un corpus científico básico, todavía son escasas las publicaciones centradas en el análisis y tratamiento de los sujetos directamente implicados: el agresor y la víctima. La explicación inmediata a esta falta de atención individualizada es sin duda que estamos ante un fenómeno de actividad encubierta que no suele manifestarse en presencia de adultos y sólo trasciende cuando la situación alcanza proporciones muy elevadas para ambos implicados. El agresor o bully, la víctima y los observadores guardan silencio porque existe la creencia de que el que hable de ello será un delator y, evidentemente, no se hace patente la necesidad de afrontar un problema cuando no se sabe de su existencia. El sujeto víctima es el único que parece sufrir las consecuencias de las agresiones, ya que el resto del grupo intenta permanecer al margen, además se sienten demasiado avergonzados y degradados por los ataques e insultos que reciben como para admitir su situación ante el grupo y tratan de ocultarlo. Pero quizá la razón más obvia sea que los adultos estamos poco sensibilizados, creemos que los chicos deben aprender a resolver sus propios conflictos sin necesidad de recurrir a los adultos y no les damos opción para exponer las dificultades que encuentran en el aula, especialmente las que tienen que ver con las relaciones interpersonales.

Una reflexión sobre el origen de las conductas agresivas y las derivadas de la victimización nos lleva a considerar diversas perspectivas: desde las teorías que tratan de justificar el carácter innato de la agresividad y la victimización hasta las que se apoyan en los aspectos sociales o adquiridos. Encontramos estudios empíricos que sugieren que el comportamiento agresivo está asociado a ciertas variables de personalidad, otros destacan la relación del comportamiento agresivo con diferentes momentos evolutivos del sujeto y determinados factores biológicos (Berkowitz, 1993). Del mismo modo, los hay que justifican la existencia de una serie de características personales en aquellos que suelen ser el blanco de agresiones que les hacen ser más vulnerables (Cerezo, 1997; Barudy, 1998), de manera que cabría hablar de "personalidades agresivas" y de "personalidades victimizadas".

CEREZO RAMÍREZ, F (2006) Violencia y victimización entre escolares. El bullying. En MÉNDEZ CARRILLO, F.X.; ESPADA SÁNCHEZ, J.P. y ORGILÉS AMORÓS, M (2006) INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA Y EDUCATIVA CON NIÑOS Y ADOLESCENTES. ESTUDIO DE CASOS ESCOLARES. Madrid: Psicología Pirámide. (Págs. 171 - 203).

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