lunes, 25 de agosto de 2008

Intervención psicopedagógica: Ámbito académico.

Foto editada por Ludita

"En este ámbito se incluyen todas las acciones orientadoras desarrolladas dentro de la educación formal en todos sus niveles (Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad y Formación Profesional), también vamos a incluir las acciones dirigidas al colectivo que se está formando en los centros de Educación de Personas Adultas, ya que si bien no forman parte de la estructuración de las enseñanzas de régimen general, se han considerado aquí por su regulación como parte del sistema educativo (Art. 51 de la LOGSE). Igualmente, vamos a incluir a la familia por la relación que se establece y mantiene desde el ámbito educativo, mas concretamente con el centro educativo, con la finalidad de optimizar el proceso educativo, facilitando las relaciones familia-escuela.

Los objetivos y contenidos de este ámbito, van a estar diversificados en función del nivel educativo en el que se desarrolle la acción, estamos ante el contexto mas tradicional y clásico de la acción psicopedagógica y social. Desde este ámbito, la acción se va a centrar en la orientación de los procesos de enseñanza/aprendizaje, en las dificultades de aprendizaje, los procesos de toma de decisiones, los programas de transición, la atención a la diversidad, los programas preventivos,...y todo ello, teniendo en cuenta el desarrollo integral de la persona.

Desde el sistema educativo actual, esta acción se va a manifestar a través de los tres niveles de intervención u organización propuestos por el modelo que contempla la LOGSE, nos referimos a la Función Tutorial, el Departamento de Orientación y los Equipos Interdisciplinares de Sector, integrándose dicha acción psicopedagógica en el proceso educativo con una doble finalidad, por una parte para que ésta sea eficaz y por otra permitir el cambio y dinamización social, estamos infiriendo en este contexto concreto a un cambio educativo como por ejemplo evitar el fracaso escolar, prevenir las dificultades de aprendizaje, favorecer los procesos de toma de decisiones,....

A partir de estas consideraciones previas, podemos enumerar como dos, las razones por las que queda justificada la acción psicopedagógica y social en los diferentes niveles educativos:
  • Por el propio sentido de la eduación en estas etapas (formación desarrollo integral de la persona).
  • Por su estructuración (transiciones de etapa y ciclos, optatividad, opcionalidad....).
Y todo ello, enmarcado en el proceso evolutivo del desarrollo personal y en un contexto donde el valor que se otorga a la educación y mas concretamente al sistema de enseñanza, está mediatizado por una serie de condicionantes sociales.

En este sentido, debemos contemplar desde este ámbito, que las características del sistema educativo van a quedar mediatizadas por los cambios estructurales acontecidos en dicho sistema educativo, tal y como han señalado recientemente Álvarez González y Rodríguez Espinar (2000), destacando los siguientes:
  • La prolongación de la escolaridad obligatoria.
  • La diversificación de la oferta educativa postsecundaria.
  • La implantanción de nuevas formas de aprendizaje en base a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
  • El liderazgo de la institución escolar vs. el conformismo, anonimato y mandato administrativo por delegación.
  • Mayores exigencias sociales como p.e. evaluación de programas y servicios educativos, afrontar el reto de la credibilidad de los profesionales de la educación.
Igualmente, la actual estructuración del sistema y la forma en que se está desarrollando, provoca una serie de problemas que, unidos a la esencia de la orientación, como aspecto de la educación integral, justifican la necesidad de llevar a cabo intervenciones o acciones psicopedagógicas y sociales a lo largo de la vida académica, entre las que señala:
  • El incremento de fracaso escolar/académico y el número importante de alumnos que abandonan prematuramente el sistema educativo.
  • La separación entre sistema educativo-sistema productivo.
  • La necesidad y dificultad para tomar decisiones, para construir el propio itinerario formativo.
  • Las numerosas transiciones que se realizan dentro del sistema educativo, implicando un desarrollo de la capacidad de adaptación".
ÁLVAREZ ROJO, V. (Coord.) (2002) DISEÑO Y EVALUACIÓN DE PROGRAMAS. Madrid: Editorial EOS. (Págs. 15 - 17).

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